Nací en el año 1976 en Viña del mar. Durante mi infancia y por constantes mudanzas tuve la oportunidad de vivir siempre cerca del mar, los bosques, las dunas o cerros y ríos, todo dentro de la V región. Probablemente a los 4 años recuerdo que veía duendes en el jardín pues pasaba mucho tiempo entre los matorrales contemplando el micromundo. También veía gnomos en el bosque y los distintos lugares que visitaba como parte de mi territorio de juegos. Esas experiencias siempre fueron naturales y espontáneas y sembraron la mayor inquietud de mi vida “yo sé que esto que me rodea (la realidad) no es todo lo que existe.” Mi crecimiento fue una búsqueda interior para descifrar ese misterio y responder las preguntas; Porqué no todo el mundo puede ver elementales? Al llegar a la pubertad, junto con un cambio radical en mis intereses, dejé de ver elementales, al menos dejé de verlos con la frecuencia que los veía cuando era niño, aunque siempre me dejaron pequeños objetos como recordatorio de su presencia.
En diciembre de 1999, y mientras viajaba por el Norte Chico (IV región de Chile) encontré un lugar llamado “El valle del Encanto”, un sitio arqueológico a 30 minutos de la ciudad de Ovalle. En este lugar, y en un instante de quietud mental, apareció ante mi un gnomo al que llamaría Bonguito. Se hizo tangible lentamente. Para mi asombro, no se parecía en nada a los duendes que veía cuando era niño. Su aspecto era el de un aborigen, por la zona geográfica podría decir que lucía como un Diaguita, o un Molle, pero de tan solo 35 centímetros. Entablamos una reveladora conversación. Bonguito me dijo que había esperado 500 años por este encuentro y que, de hecho, lo habíamos programado juntos en el pasado. Me sugirió que manifestara a la forma a los gnomos y los seres elementales por medio de mis habilidades artísticas y que transmitiera el mensaje de amor de los gnomos para comenzar a clarificar viejos paradigmas sobre la gente pequeña que nada tienen que ver con su verdadera escencia. Comenzó a enseñarme todo lo que sé sobre los gnomos y los reinos sutiles y hasta el día de hoy es mi guía, amigo y maestro.
Una parte importante de mi desarrollo interior fue el haber conocido e interactuado con grandes maestras y maestros, personas físicas y metafísicas, que me otorgaron conocimiento para pulir el diamante interno, parte esencial para realizar mi obra, sin teñirla de mis propios conceptos, ideas o energías no clarificadas de mi vida y mi crecimiento. El trabajo interior significaba alcanzar un nivel en el que el gnomo se presentara a nuestro mundo de la forma, puramente y sin obscurecerse con la creación humana limitada y su calificación. La primera maestra que conocí se llamaba María Isabel Rubke. Ella me ayudó a conquistar aquellos aspectos de mi que bloqueaban o distorcionaban mi propia escencia y gracias a ella comenzó a delinearse lo que sería mi obra y mi misión con los gnomos y elementales. Años mas tarde conocí a Fresia Castro, autora chilena, creadora del método Cyclopea de activación interna de la glándula Pineal. Después de realizar el seminario de activación pude ver claramente el propósito de mi obra, para luego refinar la manifestación de los gnomos y elementales.
A fines de 2003 llegué a vivir a Pirque, una localidad rural agro-residencial al sur de Santiago, justo cruzando el rio Maipo. Los primeros gnomos comencé a modelarlos en Terracota Das a mediados del año 2004 junto con ilustraciones y mi primer libro: «Seres Esenciales, el Mensaje de los Gnomos». En 2006 construí con mis propias manos mi taller y mi obra comenzó a propsperar y expandirse. A principios de 2007 fui coronado como: SEÑOR DE LOS GNOMOS, en una solemne ceremonia en la cual Fresia Castro fue maestra oficiante. (Todo en el marco del «Taller del Desierto» un taller-retiro realizado en Chiu-Chiu, en la región de Atacama, Chile)
En el año 2012 viajé a Mexico con mi trabajo. Allí pude entregar gnomos, hacer charlas y talleres, conocer lugares mágicos y personas sobresalientes en el ámbito de la sabiduría y el conocimiento.
En 2014 me fui de viaje a Europa y realicé talleres en Barcelona, Catalunya y Menorca. También como parte de la aventura viajé a Eslovaquia donde entregué gnomos de terracota gracias a mi aventura de amor con mi esposa Magdalena.
En 2015 me vine a vivir a Dubai en los Emiratos Árabes Unidos donde vivo actualmente junto a mi esposa y mis dos hijos.
«ENSEÑANZAS DE UN GNOMO, La Ecología del espíritu» es el titulo del libro que reúne mis experiencias y mi obra en conjunto con los gnomos, además de la extena sabiduría de Bonguito sobre los reinos elementales y tambien sobre el ser humano y su relación con los elementos. Actualmente dispoinible en Amazon books en versión impresa tapa blanda en español e inglés.
Franz Lundstedt
Artista Multidisciplinario
Canalizador de gnomos y seres elementales
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